INTERPRETACIÓN:
Salvador Dalí plasmó a una persona, una mujer que lo
acompañó muchos años de su vida, que estuvo con él a lo largo de su vida, sus
momentos y las circunstancias en las que vivió en esa época. Ella se llamaba
Gala, era su musa y la que lo hacía inspirarse para pintar obras surrealistas.
En esta obra podemos ver la cara de Gala, pero no es
simplemente su cara, aunque ésta, es el elemento principal y predominante
dentro de la obra, se puede apreciar que está formada por medio de esferas que
están perfectamente geometrizadas y con un espacio exactamente igual entre
ellas. También se puede observar que las esferas están colocadas de forma
descendente partiendo desde el centro, esto es para crear una perspectiva de
profundidad en el rostro de Gala y para que se pueda ver claramente cada línea,
color o trazo del pintor.
Los colores que Dalí utiliza, son colores tenues, fríos,
colores que dan un sentimiento de credibilidad del autor, la modelo y el
receptor de la obra. Por lo tanto, esta obra hace que exista una curiosidad por
parte del receptor para conocer el significado de la obra, es decir, para
conocer quien ha sido la inspiración de Salvador Dalí.
En esta obra se
repite la idea principal de Dalí como en “La desintegración de la persistencia
de la memoria”, en cuanto que incide sobre la naturaleza atómica de todo lo
creado, aunque en esa otra obra, Dalí habla de la desintegración de la materia
en sus partículas atómicas y subatómicas; pero en este caso, los átomos se reúnen
para formar un rostro en el que la belleza se plasma integrándose entre sí.
MANOS
A LA OBRA
Para
empezar proponemos una actividad a partir de la obra de Salvador Dalí
"Galatea
de las esferas" (1952). Vamos a hacer nuestra "versión" de la
obra.
Ten
en cuenta el material que necesitamos:
-
varias revistas donde haya fotos en color.
-
tijeras.
-
pegamento.
-
lápiz y goma de borrar.
-
plantillas de cartón con un círculo vaciado en el centro de unos 5 cm de
diámetro
que habremos preparado previamente.
A)
Lo primero que haremos es mirarnos las revistas y vaciar todas las fotografías
de primeros planos de rostros que encontramos a toda página (os irán muy bien
las de cosméticos, ya verán)
Cada
uno puede elegir la que más le guste, identificar los elementos del rostro con
una plantilla de cartón e ir marcando con el lápiz: nariz, ojos, boca, cejas,
orejas, barbilla, ...
B)
A continuación se tratará de recortar las piezas circulares que hemos marcado y
pegarlas en una hoja recomponiendo así todos los elementos del rostro. A Además,
si lo desea, puede pensar en un color de fondo y darle un acabado pintándolo
con acuarelas, tizas, ceras ... y ya tendréis una versión daliniana de la foto
de su elección.
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