lunes, 21 de octubre de 2013

DE LA COMPETITIVIDAD A LA COOPERACIÓN


Escuela de padres: De la competitividad a la cooperación
Dos hermanos que se pelean, ese amigo con el que siempre riñe, compañeros de clase que no se llevan bien... Quizá estas situaciones os suenen familiares porque les pasa a vuestros hijos, a vuestros alumnos de clase, etc. Pueden ser muchos los motivos por los que esto pasa pero, cuando esto ocurre ¿qué solemos hacer? Lo más habitual es separarlos, reñirles o ponerlos a cada uno en una habitación.
Hoy vamos a intentar algo nuevo. Vamos a hacerles cooperar.
Aunque parezca extraño que si dos niños están peleando, la propuesta sea dejarlos seguir estando juntos, la cooperación va más allá. Les vamos a guiar y proponer que hagan  alguna  tarea  en  la  que  ambos  intervengan,  que  se  tengan  que  ayudar  para conseguir el objetivo y por lo tanto ambos participen y colaboren. Lo más probable es que dejen de pelear y esto se debe a que la cooperación consigue que:
- Potencien y activen sus habilidades sociales
-Desarrollen  la  negociación  y  la  toma  de  decisiones,  ya  que  el  objetivo  sólo  se cumplirá si todos participan
- La interacción sea positiva y de respeto, algo que no ocurre en la competitividad.
- Y permite que se produzca una respuesta empática por el hecho de escuchar al otro y respetar lo que puede aportar, tenerle en cuenta, etc.
En la web podéis encontrar multitud de juegos cooperativos y aprovechar para pasar un buen rato en familia mientras los ponéis en práctica. Pero para cualquier situación cotidiana en la que se estén peleando o riñendo, basta con proponerles una tarea en la que tengan que colaborar los dos: montar un puzle juntos, poner la mesa entre los dos, hacer un bizcocho con la supervisión de un adulto, que se ayuden en los deberes mutuamente, etc.

Laura Cifuentes

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