miércoles, 9 de octubre de 2013

ALTAS CAPACIDADES Y RENDIMIENTO ESCOLAR: NO ES LO MISMO



Cuando se habla de altas capacidades erróneamente se tiende a pensar en niños y niñas sobresalientes en todas las áreas académicas, y exentos de cualquier dificultad. Identificar a niños y niñas con altas capacidades es una tarea compleja que requiere dedicación, esfuerzo y atención por parte de la familia y el profesorado.
La inteligencia es un constructo complicado en su definición y tal vez, esa dificultad es la que se manifiesta a la hora de definir qué son altas capacidades. Existen muchos y distintos casos de niños y niñas con altas capacidades. Cada uno es diferente al resto y por esa razón, las intervenciones educativas que se lleven a cabo,  han de adaptarse a cada caso en cuestión.
A menudo se tiende a pensar que estos niños y niñas deben ser brillantes en todo y aunque es cierto que éstos poseen un C.I superior a la media y suelen contar con altos niveles de dedicación y éxito en otro tipo de actividades, como por ejemplo, las actividades creativas, en muchas ocasiones presentan dificultades de adaptación social, que pueden llevarles al fracaso escolar.
Este tipo de dificultades pueden deberse a las diferentes inquietudes e intereses que suelen presentar con respecto a los demás compañeros /as. Hecho éste por el que en algunas ocasiones, pueden resultar víctimas del rechazo de éstos que los pueden percibir como diferentes, lo que puede perjudicar seriamente su autoestima y motivación. Por esta razón, es muy importante, que se proporcione a los/as compañeros/as información que facilite la integración de los niños y niñas con altas capacidades en el grupo de iguales.
NO EXISTE UN PERFIL ÚNICO:
Los niños y las niñas con altas capacidades presentan entre ellos/as grandes diferencias. No existe un perfil único que describa sus características de manera inequívoca. Sin embargo, a la hora de identificar si un niño o niña presenta altas capacidades, puede ser de gran ayuda tener en cuenta una serie de características con las que suelen contar, como por ejemplo: manifestación de una gran comprensión de acontecimientos y aprendizajes; facilidad para resolver problemas y conceptos abstractos; disfrute con actividades culturales (por ej. Lectura, pintura…); etc. Además, suelen contar con un gran autoconocimiento y pueden caer en el aburrimiento ante tareas repetitivas y rutinarias.
 
Fundamental es asimismo, compartir con él/ella momentos de diálogo, imprescindibles para conocer qué le interesa y preocupa. Y por supuesto, además de participar en sus inquietudes y contribuir a la estimulación de las mismas, no se debe olvidar que son niños/as y que como tales necesitan normas y límites que contribuyan a reforzar su seguridad y su actitud ante la vida.
Mariela Clemente Martos. Psicóloga

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